¿No más "quimioterapia"?

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La oncología está viviendo una revolución. Una convulsión que podría destronar a la quimioterapia de su posición dominante como el tratamiento predilecto frente al cáncer, mejorar sus tasas de curación y reducir el terror que los pacientes sienten cuando se enfrentan a la terapia química. Sus efectos secundarios van desde los más conocidos, como caída del cabello, cansancio extremo, náuseas, vómitos, diarreas o estreñimiento, anemia o úlceras bucales, hasta otros menos visibles que afectan a largo plazo: daños cardíacos, renales, hepáticos o pulmonares; osteoporosis, pérdida de capacidades cognitivas; disminución de la audición; infertilidad; bajo deseo sexual... Incluso un 25 por ciento sufre más riesgo de desarrollar nuevos tumores a causa de la quimioterapia.

Hay dos posibles explicaciones a por qué la quimioterapia no es del todo eficaz: una es que no destruye todas las células cancerosas, lo que deja algunas vivas que continúan dividiéndose hasta que la enfermedad reaparece visiblemente en el paciente. La otra es que, en su lucha por sobrevivir, las células cancerosas son capaces de entrar en una fase de latencia  y ocultarse en lugares conocidos como "santuarios", una estrategia que les permite escapar de la acción de los agentes citotóxicos y esperar su oportunidad para generar nuevas células que se dividen y difunden rápidamente.

Por ello, desde hace unos años diferentes enfoques en la medicina moderna están abriendo nuevas oportunidades en la oncología:

  • 2001: Se prueba Imatinib, el primer tratamiento biológico frente al cáncer. Resulta eficaz en pacientes con leucemia mieloide crónica y con tumor de estroma gastrointestinal.
  • 2005: Se lanza Oncotype DX, un test que analiza los genes implicados en el cáncer de mama. Su uso ha reducido en ocho años un 20 por ciento el uso de quimioterapia en estos pacientes.
  • 2010: Comienzan a emplearse los cócteles de fármacos personalizados. Se revelan eficaces en cánceres hematológicos e inmunitarios, como las leucemias.
  • 2011: Se empieza a trabajar en la inmunoterapia, la creación de moléculas que, dentro del cuerpo, harán que éste luche por sí mismo frente al cáncer. La Clínica de Navarra es uno de los diez centros de la red mundial en este campo.
  • 2020: Las terapias orales ya estarán implantadas. Los tratamientos estarán personalizados y tendrán menos efectos secundarios que los actuales.


Todos estos avances comparten el mismo objetivo: ACABAR CON LA QUIMIOTERAPIA. Por último, os recomendamos la lectura de un libro, La enfermedad y sus metáforas (primer libro, sin segunda edición) de Susang Sontag, que nos habla sobre la "metaforización" de esta enfermedad no sólo en la literatura sino también en la conciencia colectiva de la sociedad occidental.