Un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Nueva York han encontrado una clave para reducir los olvidos y han publicado los resultados del estudio en la revista "Neuron", los cuales indican que cuanto mejor sea la coordinación entre dos regiones del cerebro es menos probable que se olvide la información.
Se piensa que para consolidar la memoria se debe de producir una señalización en el hipocampo a través de varias áreas corticales. A raíz de eso, se ha planteado una hipótesis, que cuanto mayor es la distribución de la señalización, se tiene más memoria.
Davachi y Kaika Vilberg trataron de averiguar si hay evidencia científica en esa teoría examinando cómo se forman los recuerdos en sus primeras etapas con la ayuda de una serie de experimentos durante 3 días.
En el primer día de la investigación, los científicos crearon nuevos recuerdos visuales entre los sujetos del estudio, los cuales fueron emparejados con palabras. Acto seguido se les rogó enlazar la palabra con la imagen.
Al segundo día, se volvió a repetir la misma tarea del primer día con el objetivo de comparar los 2 tipos de memoria: la de larga duración (LD) y corta duración (SD).
A continuación se realizó una resonancia magnética a cada voluntario para observar la actividad neuronal, mostrándoles las mismas imágenes y palabras que vieron en los 2 días además de una nueva tanda de imágenes y palabras. Después realizaron un test de memoria con la mitad de las parejas observadas hasta la fecha y el tercer día, realizaron otro test de memoria con la otras parejas observadas restantes.
Al finalizar el estudio, los investigadores lograron aislar recuerdos que se olvidaron o fueron preservados en el tiempo, consiguiendo así entender mejor los factores neurológicos que contribuyen al mantenimiento de la memoria. Los resultados de la investigación muestran que los recuerdos no olvidados se asocian a una mayor coordinación entre el hipocampo y la corteza cerebral izquierda perirrinal (LPRC) y dos partes del cerebro previamente vinculadas con la formación de la memoria.
Sin embargo, fue menor la relación entre las regiones para las asociaciones visuales con palabras que los individuos del estudio tendían a olvidar. Para finalizar, los científicos descubrieron que la actividad cerebral coordinada entre el hipocampo y la actividad LPRC se relaciona con el fortalecimiento de la memoria, debido a que contribuye a que perduren los recuerdo.